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Hace casi dos años le planteaba a D. Rafael Álvarez la posibilidad de hacer un trabajo de investigación sobre algún aspecto de Arucas que él considerara de interés, dado su profundo conocimiento del municipio y su amplio bagaje cultural. Tras tratar y valorar distintas opciones acabamos la reunión sin ninguna idea concreta, pero a primera hora del día siguiente me llama y me propone abordar la conocida Casa del Niño de Arucas, que era un tema que no se había trabajado con profundidad y quedaban pocas personas vivas de esos primeros años. Esa misma tarde empezamos a programar este proyecto.
 
            La Educación Silenciada. La Casa del Niño de Arucas ha sido una investigación que se empezó con un entusiasmo notable y que ha acabado cautivándonos, fundamentalmente por la riqueza humanística que los informantes nos han manifestado.
 
           La estructura literaria del libro está planteada a partir de unos aspectos preliminares dedicados a la creación de la propia institución de Auxilio Social, en los que se refleja el “voluntarioso y piadoso” mecenazgo de los Marqueses de Arucas con la finalidad de crear un Asilo-Hospital para los hijos de sus mismos obreros, que vivían míseramente. También es significativa la extraña cesión del inmueble a un Ayuntamiento gobernado por republicanos y profundamente desagradable la posterior utilización del edificio como centro de represión de los golpistas franquistas.
 
            El libro se va desgranando a través de las distintas décadas del siglo XX con una exposición detalla- da de la información historiográfica y hemerográfica, que predomina en los primeros capítulos, lo que convierte su lectura en poco agradecida. Paulatinamente los testimonios orales enriquecen y completan la información, además de facilitar en buena medida la lectura con la aportación de las diversas experiencias vitales.
 
            La presencia del capellán Pablo Artiles adquiere una dimensión notable en el libro por su impor- tancia político-religiosa en el Auxilio Social de la dictadura franquista y por su lucha contra determinadas estructuras “carcelarias” de los internados, que él denunció en sus dos libros.
 
             A lo largo del estudio que presentamos fueron apareciendo muchos motivos desconocidos en un primer momento, como sin duda es el hecho histórico relevante de que Arucas fuera el primer municipio de Canarias y del Estado con una institución benéfica de este estilo (inicialmente mixta), inaugurada tras el golpe militar, de la que el mes de junio pasado se cumplió su 75 aniversario.
 
        Pero el motivo que realmente le ha dado razón de ser a este esfuerzo colectivo es habernos convertido en la plataforma que brinde un homenaje de reconocimiento agradecido a aquellos niños y niñas, víctimas inocentes que sufrieron la represión y las miserias de la dictadura franquista.
 
            Algunas personas que, por distintos y respetables motivos, no quisieron participar también están presentes en nuestro reconocimiento.
 
           Asimismo, son muchas las informaciones que por ser de  carácter íntimo, o  porque se nos pidió que no fueran publicadas, hemos querido preservar, por deferencia a la dignidad de sus recuerdos. Hubiera sido fácil hacer leña del árbol caído o hacer sangre con cuestiones más morbosas; y precisamente no fue ese el camino elegido.
 
           La Casa del Niño continúa siendo una ventana abierta a distintas y mayores investigaciones, con diferentes enfoques, con una perspectiva más antropológica que se preste a analizar la evolución social del siglo XX en Canarias.
 
           La Casa del Niño o el Hogar Virgen del Carmen de Arucas fue un centro encerrado en sí mismo: fuera debido al encorsetamiento de Auxilio Social, ente canalizador de la política falangista de la Dictadura, o fuera debido el aislamiento ejercido por la sociedad aruquense, que de alguna manera vivió de espaldas a esa realidad, quizás también por ese conocimiento popular de que el edificio hubiera sido una checa durante la guerra.
 
        En tal sentido quedan en nuestros oídos algunas frases que testimonian la reflexión anterior. Aunque para muchos informantes no fuera así, Reinaldo Montesdeoca nos hablaba de almas negras, togas blancas al referirse a las Hijas de la Caridad. También Estrella Santana nos dejó huella con otra frase conmovedora: Nosotras éramos como niñas fantasmas. Y una de las reflexiones populares de la sociedad municipal fue la que nos transmitía Manolo Domínguez al recordar que de pequeño nosotros pasábamos por la otra acera y casi ni mirábamos para allí. Nos daba miedo el edificio.
 
           Afortunadamente el tiempo cura la sinrazón, suaviza las opiniones… y en el edificio se oyen otras voces y cantos infantiles que al son de sus instrumentos musicales nos han abierto las puertas a nuevas utopías en el siglo XXI.
 
           Los autores  agradecemos la colaboración  de la Dirección  General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias y de la Concejalía de Políticas de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres y Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Arucas.
 
       Este libro, complementario a otras iniciativas que la amplitud de la información documental rescatada nos ofrece, se encuentra enmarcado en la notable gestión cultural que la Asociación Cultural Revista BienMeSabe.org ha programado con motivo de su X Aniversario.
 
         Sin la inestimable disposición de los amigos colaboradores y de la sacrificada labor de nuestras familias (incluso de aquellos que lamentablemente ya no nos acompañan), este barco, que ha surcado los mares de nuestra historia, no hubiera llegado a buen puerto.
 
Muchas gracias a todos.
 
Manuel Abrante Luis
© Revista BienMeSabe.org Asociación Cultural
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